Si pidiéramos a nuestros lectores levantar el brazo todos
aquellos con conciencia social, seguramente la mayoría lo levantaría,
considerando que creen estar conscientes de las condiciones de la sociedad a su
alrededor.
Dicha conciencia, no obstante, quizá no esté contemplando,
en realidad, todo lo que el concepto de conciencia social lleva implícito.
La conciencia social, más allá de la simple información,
considera en su proceso cognitivo el realizar, con particular atención, un
estudio y reflexión respecto de lo que pasa en el entorno, conociendo los
problemas que afligen a las personas y tratando de remediarlos, en lo posible,
con una actitud cooperativa y desinteresada.
Ello implica, para una persona, el tener empatía con los
demás, es decir, ponerse "en los zapatos de otros",
considerando que las necesidades de esos otros constituyen su propio problema,
lo cual se logra únicamente cuando la persona supera su egoísmo e
individualismo.
Al tener conciencia social no sólo podemos actuar en
beneficio de las personas que viven en situaciones de pobreza, marginalidad o
exclusión, sino involucrarnos en temas que afectan a la sociedad en su conjunto
con lo cual, y al resaltar nuestros valores de solidaridad y compromiso, nos
convertimos en importantes agentes de cambio.
¿Sigues con el brazo levantado?, ¿Tienes en realidad
conciencia social?, ¿En verdad has intentado estudiar y reflexionar el por qué
estamos como estamos? Quizá estamos como estamos, porque somos como
somos: unos inconscientes sociales.
EL CAMBIO ESTÁ EN NOSOTROS, lo bueno es que podemos cambiar, y para eso debemos trabajar juntos por esos ideales intangibles, es momento de proponer a desarrollar nuestra conciencia social y ponerse en acción ya, un abrazo.
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