sábado, 3 de junio de 2017

NO DEJEMOS QUE LAS NORMAS SE PIERDAN







Podemos definir a la anomia, como la falta de normas pero, asimismo, como la incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad.


La anomia es un fenómeno que poco a poco va desviando y termina por romper las normas, generando caos en la sociedad, al ver impuestas nuevas reglas que promueven el aislamiento, las actividades fuera de la ley, inhibiendo, así, la cooperación social y fomentando la desconfianza entre las personas.

Al observarnos, podemos reconocer que estamos viviendo, en diversas formas, en una situación de anomia, desde el simple hecho de no inmutarnos al ver que alguien se pasa un semáforo en rojo, al fomentar la corrupción dando dinero a un policía para que no nos infraccione, al evitar el hacer fila en algún lugar, al no pagar nuestros impuestos o al no censurar y castigar los constantes escándalos de corrupción política.

Vivimos en una sociedad en la cual el fin justifica los medios. Lograr éxito económico, a pesar de incurrir en omisiones, infracciones o acciones francamente delictivas, al parecer no tiene ya importancia, cuando vemos la cultura de ilegalidad que prevalece y los actos de corrupción de infinidad de personas que acaban, increíblemente, en la impunidad cuasi total.

Debemos entender que el continuar de esta manera, en la anomia, lejos de estar viviendo, estamos sobreviviendo y enfrentamos el alto riesgo de degenerarnos más y más.

No te resignes a vivir en la anomia, inculca y fomenta la cultura de la legalidad:

  • En tu hogar, promoviendo en tu familia la buena educación y predicando con el ejemplo.
  • En tu comunidad, proponiéndote ser un buen vecino.
  • En tu escuela, siendo un miembro activo y constante de tu comunidad escolar.
  • En tu trabajo, participando, colaborando e impulsando los objetivos organizacionales.
  • En tu sociedad, respetando y tolerando a los demás y exigiendo a las autoridades transparencia y rendición de cuentas.

Quizá seas de los que piensa que cambiar es muy difícil. Mejor reconoce que no es imposible y ponte a trabajar para que se respeten las normas, pues si todos y cada uno de nosotros hacemos lo propio, lograremos y alcanzaremos a ver los cambios en el mundo que hoy nos tocó vivir.
O/M.

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