¿QUÉ OPINAS PREVENIR O REPRIMIR?
Según estudios
de seguridad realizados en los Estados Unidos entre 1980 y el 2010, han mostrado
que por cada 10% de incremento en las tasas de encarcelamiento, únicamente se
ha observado entre un 2 y un 4% de descenso en los índices delictivos. De
hecho, desde el 2000, el incremento de los niveles de encarcelamiento en los
Estados Unidos ha representado prácticamente un nulo decremento de la
incidencia delictiva. Los investigadores llegaron a la conclusión que en el
2000 había 1.2 millones más de personas en las cárceles de Estados Unidos que
las que había en 1975, es decir, un 270% más de reclusos; sin embargo, los
índices de crímenes violentos eran prácticamente los mismos en el 2000 que los
de 1975 y los delitos contra la propiedad fueron, en el 2000, 20% menores que
los reportados en 1975.
Nuevas perspectivas, explica en conjunto, que son
otras acciones las que coadyuvan a bajar el índice delincuencial, tomando como
referencia el país del norte, es más eficaz en la represión pero mantiene el
mismo índice de delincuencia, resulta contradictorio – verdad?
Si bien
no podemos decir, en términos absolutos, que esta situación sea la misma que en
Ecuador o en cualquier país de Latinoamérica, podríamos considerarla
equiparable, pues los costos sociales, culturales, políticos y económicos de
las cárceles, versus la poca evidencia de reinserción social, la alta
reincidencia y las altas tasas delincuenciales que prevalecen, ponen en tela de
juicio los modelos.
No
obstante nuestras ideas van en conjunto con el progreso de los ciudadanos, en
materia de seguridad, justicia y derechos humanos, cuyos fines son el bienestar
de la colectividad, fortalecidos en el entorno social como el aumento
progresivo de salarios, empleo, educación en valores, diferentes culturas, etc.
Ideas coadyuvantes:
El
gobierno, con la
Reforma Penal, ha logrado establecer un nuevo sistema de justicia penal en el
país que propone una serie de medidas cautelares, distintas a la prisión
preventiva.
Los
ciudadanos,
apoyados por las autoridades, debemos ocuparnos, juntos, de promover e impulsar
estrategias de seguridad comunitarias que impliquen, amén de la seguridad física,
la prevención social de la violencia y la delincuencia, buscando, a toda costa,
apoyar a los jóvenes para que alcancen mejores niveles de educación y lograr,
de esta forma, una mejor perspectiva de vida.
Los
empresarios e industriales, deben enfocarse en desarrollar más y mejores empleos de calidad, mejor
pagados y con una perspectiva más allá de lo comercial, de responsabilidad
social auténtica y genuina.
Al descender la incidencia delictiva,
necesariamente se eleva la confianza de la ciudadanía, se facilita la
inversión, se fomenta el empleo y, entonces, podremos decir que después de la
crisis de la seguridad pública, logramos trascender y llegar a la seguridad
ciudadana, encaminándonos correctamente para alcanzar la seguridad humana.
Déjanos tu opinión es importante.
¿Qué
opinas?, ¿le seguimos invirtiendo a la represión en las cárceles (centros de
rehabilitación o mejor le apostamos a la prevención?