COMO DEJAR LOS MIEDOS Y ENFRENTAR LO DESCONOCIDO
Uno de nuestros
grandes miedos como seres humanos es lo desconocido, y con razón, porque lo
desconocido implica riesgos y nosotros estamos entrenados instintivamente a
evitar riesgos, cambios, lo nuevo, lo diferente porque eso implica retar y
poner en peligro nuestra sobrevivencia (sea la amenaza real o no es simplemente
un instinto).
Algo que nos
atemoriza por su misma naturaleza desconocida es el explorar y dejarnos llevar
por nuestros sentimientos/emociones y aspectos profundos de nuestro ser.
Muchas
veces creemos y sentimos que no le podemos dar “rienda suelta” a nuestras
emociones y sentimientos, nos empezamos a sentir incómodos, atemorizados, fuera
de “control”…Lo mismo sucede
con espacios que van más allá de nuestros patrones de pensamiento habituales,
cuando hay silencio en nuestra mente, cuando empezamos a explorar pensamientos
desconocidos a aquellos a los que estamos acostumbrados… de nuevo nos sentimos
incómodos, atemorizados, no estamos seguros de a dónde nos va a llevar esto…
Y es en esos
momentos en que la gran mayoría de las veces recurrimos a nuestras
distracciones, qué distracciones?… ya sean acciones o pensamientos que SI
conocemos (sean que nos gusten o no, que nos beneficien o no), pero que nos
hacen sentir cómodos (no necesariamente bien), que nos dan una sensación de
estar a “salvo”…
Acciones o
pensamientos que se convierten en un “salvavidas”, en algo que percibimos es un
océano de peligro. Además las
distracciones cumplen con su labor porque nos dan algo o alguien más a quien
culpar por nuestra insatisfacción, decepciones, desilusiones…
Esas
distracciones son en algunos casos pensamientos de victima: el mundo esta en
contra mío, hay algo mal en mi, yo soy inadecuad@, no soy suficiente, yo no
merezco esto y lo otro…
Otros son
repeticiones y re-vivencias de nuestro pasado, memorias que pasamos en nuestra
mente una y otra vez…
O deseos para
el futuro (muchas veces irrealistas) imaginaciones que pasamos en nuestra mente
una y otra vez…
O pensamientos
obsesivos como pensamientos suicidas, de resentimiento, de separación, de
venganza…Otras veces son
mantenernos en relaciones no-recursivas (que no nos sirven) o conflictivas que
puede que ni disfrutemos pero que nos distraen de nosotros mismos y de lo que
no queremos enfrentar o conocer…
Otras son
acciones comer, comprar, obsesionarnos con algo…Y cuando
empezamos (si es que llegamos a eso) a ser conscientes que esto no nos
beneficia, que nos tiene estancados, que nos lastima, que nos limita, que nos
trae infelicidad, estas distracciones se convierten ellas mismas en un
problema, en algo que debemos solucionar y/o eliminar de nuestras vidas y en
ese momento creamos otra distracción más!
La distracción
de tener un enemigo a quien combatir (la distracción original!)
Buscamos una
solución para un problema que nunca fue real sino una distracción, y como buena
distracción nos va a dejar distraídos de la verdadera esencia de lo que
realmente esta ocurriendo…
Y ahí
seguiremos una carrera sin fin en intentar “arreglarnos” a nosotros mismos y a
nuestros problemas… y cuando en algo somos exitosos haciéndolo (solucionando el
espejismo de problema) no nos sentimos ni plenos ni satisfechos porque ese
nunca fue el verdadero problema …
Entonces? Y
ahora? pues a crear/buscar/ reutilizar otra distracción…
Entonces la
pregunta para tu reflexión es:
Estás
creando/utilizando/reusando distracciones que te alejen de aquello que te
asusta o incomoda enfrentar?
Prefieres una
distracción que explorar lo desconocido dentro de ti?
Prefieres
“solucionar” una emoción con una distracción?
El ser
conscientes de lo que verdaderamente ocurre es el primer paso para realmente
liberarnos de aquello que nos mantiene limitados y encerrados en un miedo
ilusorio…
Dejémonos liberar del miedo, porque en realidad son distracciones ilusorias...enfrentemos lo desconocido con mente positiva y buenas decisiones, lograremos nuevas perspectivas y acciones con propósitos. O.M